En Bonilla y Negro

Lo dije y aquí estoy. Dije que tenía que revisar las fotos de Lucia di Lammermoor porque estaban pidiendo a gritos un tratamiento en blanco y negro.
En realidad la culpa es de Leonor Bonilla. Su personaje supera en gestualidad y movimiento al resto. Era difícil dejar de disparar en cuanto ocupaba su lugar en escena. Y ha sido agradable comprobar la cantidad de fotos válidas que ha proporcionado. En las óperas es preferible disparar durante las vocales largas para no captar gestos feos en la boca y esta vez he tenido que descartar muy, muy pocas por ese motivo.
Quizás hubiera preferido que no hubiese candilejas, que en una foto aislada quedan bien, pero que vistas una y otra vez pueden resultar repetitivas. En algunas fotos he recolocado alguna.
No hacía esto de visualizar una ópera en blanco y negro desde un Tristan e Isolda de Wagner.











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