Supongo que al igual que un servidor durante estos días habréis tenido una avalancha de mails con actualizaciones de políticas de privacidad, cuya mayor utilidad será el darnos cuenta de en cuantos sitios hemos dejado nuestros datos y cuantos de ésos nos interesaban ya tan poco que ni nos acordábamos de ellos. Todo esto en el fondo está muy bien. Por lo menos para lugares como Facebook que se han convertido en auténticos monstruos recolectores de datos, capaces de saber nuestra preferencia por el helado de pistacho o de qué lado nos gusta dormir. Este blog, como el 99.9%, utiliza cookies. Supongo que, como la mayoría, para saber las preferencias de navegación del visitante, recordar las entradas visitadas, el idioma escogido o recoger estadísticas que desvelen las preferencias de los visitantes. Uso una plantilla gratuita de Blogger y por ello Google ya se ha encargado de poner un aviso nuevamente renovado para actualizarse a los tiempos. Si este blog no tuviera cookies se