Satisfacciones
Hace dos días me encontré una grata sorpresa al volver a casa del trabajo. Un paquete postal que al principio creí uno de los numerosos pedidos que suelo hacer por Internet de CDs musicales: mi droga. Hasta que al ver el remite procedente de Mónaco caí instantáneamente en la cuenta de que era el tan esperado DVD de Les Ballets de Monte-Carlo . Y explico lo de esperado. En enero del año pasado tuve el placer de asistir dos veces a la representación del ballet La Belle con música de Tchaikovski interpretado por Les Ballets de Monte-Carlo . La primera vez lo hice como fotógrafo en el ensayo general y la segunda como espectador en la representación final. Ni que decir tiene que disfrute como un niño. En algún post anterior ya expliqué que la pasión por la música es con diferencia la que más me mueve. La otra parte buena de todo aquello es que el número de fotografías válidas que obtuve en aquella ocasión fue muy superior a la media de otros ensayos generales. Algo que no tiene