Buscando la Ola Perfecta
No hay nada que temer. No me he metido a surfer. De hecho soy más de montaña que de mar, pero un paseo por la playa por la tarde siempre me ha gustado. A ser posible, alejado de sombrillas, chiringuitos y demás concentraciones humanas susceptibles de ser encontradas a orillas del mar.
Este domingo fuimos a la playa de Maro, un pueblo cerca de Nerja. Cámara en mano, con una sola lente y sin nada en la cabeza, sin planificación, a lo que saliera. A echar la tarde. La marea estaba alta y el agua rompiendo contra las rocas. Un ratito para disparar intentando congelar el mejor golpe de las olas. No mucho rato porque había un fotógrafo preparando una sesión de fotos de una chica con todo esa naturaleza que cuento de fondo, y claro, no era cuestión de fastidiarle colándonos en su plano.
Pero ya volveré con algo que tengo en la cabeza. Ya volveré.
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