¡Ni Dios!

Holaaaaa... ¿se acuerdan ustedes del tipo que más o menos publicaba con regularidad?, Sí, ése mismo. No, no le ha tocado la lotería y se ha comprado una isla. Más o menos se ha convertido en un tipo con muchos quehaceres y poco tiempo para sentarse en el ordenador.

Tanto es así que ni siquiera pude ir a los ensayos de la última ópera de la temporada. A los seguidores operísticos mis disculpas. La próxima temporada volveré a la normalidad. Pero el mes de Julio se acerca y la venganza será mía. Porque todos los años digo que necesito unas vacaciones ya, pero este año las necesito más que nunca.

De momento, aprovechando que tengo amigos de visita, ayer hice labores de cicerone y visitamos el Real Alcázar de Sevilla ¡por la tarde!. Y descubrimos que no sólo se está de maravilla y bien fresquito sino que no había ¡ni Dios!. Puedes hacer fotos tranquilamente sin que se te crucen 14 o 15 turistas. Ahora sólo tengo que volver con la cámara de los domingos porque ayer sólo llevaba el iPhone. Ya sabéis, en casa del herrero...