¡Temporada de Patos!

Esta preferencia mía, y de tantos otros, por la hora crepuscular, cuando el sol acaba de ponerse pero aún no es de noche, no es compatible con mi horario de invierno. Ese momento tiene lugar justo cuando salgo de trabajar. Moverme a cualquier sitio supone llegar con la noche ya asentada.

Aprovechando que los viernes está uno libre por las tardes me di mi vueltecita acostumbrada por la orilla del río en modo paseo. Hacía tiempo que no lo hacía y lo echaba de menos. También sirvió para probar un filtro de densidad neutra. Se trata de un filtro ND X16 que ya he empleado a fondo en alguna grabación de vídeo exterior.

Lo compré con la intención de poder usar diafragmas abiertos sin que la obturación se fuera por las nubes cuando estoy al sol y así poder conseguir sin renunciar a los desenfoques velocidades que den a los movimientos sensación de fluidez que desaparece cuando la cámara obtura por encima de 1/60s. De esta manera gano cuatro pasos en la exposición que usando el objetivo sin filtrar .

Y aunque ése era el uso principal que perseguía también resulta atractivo usarlo en fotografía fija por la posibilidad de obtener tiempos de obturación muy largos con lo que ello permite: hacer desaparecer a las personas que caminan en una calle o a los vehículos en movimiento, ver la trayectoria de las luces de aviones, estrellas, coches, dar aspecto sedoso al agua en movimiento... entre otras lindezas.

Camino del río hice una primera foto con el filtro puesto.

ISO 100 f/22 y 25 segundos

Aunque cueste trabajo de creer bajo el puente pasó el catamarán de los paseos turísticos, pero con la suficiente velocidad como para no dejar ni la estela de movimiento. Tan sólo se percibe su rastro ligeramente en el agua.

El Guadalquivir es un río sereno y por lo tanto el efecto no luce lo suficiente excepto por ese aspecto metálico que adquiere el agua. En aguas caudalosas los efectos son espectaculares. No digamos ya a la orilla del mar. Aunque yo prefiero mi río tal como está que ejerce efectos terapéuticos en mí. Si algún día me toca la lotería, ésa a la que no juego, ya sabéis donde me compraré la casa.

Un poco después bajo el puente, volví a repetir la foto tantas veces vista aquí.

ISO 100 f/8 y 30 segundos

Os puedo asegurar que los patos no son de escayola y que no acierto a entender como han salido tan definidos tras 30 segundos de exposición. Lo que si os digo es que a pesar de mi oposición a retocar las fotos más allá de lo que es optimizar la imagen, en ésta he usado el tampón de clonar para eliminar las latas de cerveza y la bolsa de plástico que algún bestia se encargó de dejar ahí junto a los patos.

La siguiente es la fotografía más extrema en tiempo de todas.

ISO 100 f/22 y 122 segundos

Otro efecto producto del diafragma del 24-70mm cerrado a tope es la aparición de los destellos estrellados que se acentúan aún más.

Y de repente, los patos de escayola de la primera foto decidieron hacer una quedada bajo el puente, así que me apresuré a quitar el filtro y disparar a velocidades normales y de paso enseño el agua con su rizo natural.

Y ésa fue mi tarde de viernes.