Fotos Estivales

Con la llegada de las vacaciones, el ajetreo del Festival de Úbeda y sobre todo las horas frente al ordenador seleccionando y editando fotos, llegó el momento de cargar las pilas. Un par de semanas de... digamoslo sin rodeos, vagancia. Dormir hasta despertar por inercia, paseos a pie y en bici, ingesta de helados por encima de la media habitual, desprecintar como si se tratara de vinos de reserva los numerosos CDs que me traje del Festival e ir escuchándolos despacito, ver películas hasta bien entrada la noche... y por supuesto mi perilla habitual ha evolucionado a barba.

No he tocado las réflex en todo este tiempo excepto para colocarlas en su sitio. Pero eso no quiere decir que no haya hecho fotos en estos días. Me he aplicado una terapia de compacta para compensar las horas sujetando refléx con objetivos que tras dos horas parecen estar hechos de plomo. ¿No querías objetivos de la serie L? Pues ala, que sepais que el caddy no viene de serie. Debe ser un autentico gustazo llevar los hombros libres de correas y pedir un objetivo o un accesorio como un cirujano pide un bisturí tras extender la mano. Por eso hoy, la entrada será 100% Canon S90.

Primero vamos a lo novedoso. Hace tiempo que quería acercarme a Cádiz a fotografiar rinconcillos de la ciudad y sobre todo La Caleta. Siempre veo las fotos con motivos marítimos como una asignatura pendiente. Pero pasa lo de siempre. Como lo tengo ahí al lado y cuesta abajo... lo voy postergando. Creo que la única foto digna que tengo es de una visita fugaz en 2008, también con una compacta. Lo sé, no tiene perdón.

Y esta semana decidí ir en modo turista a darme esa vueltecita por Cádiz con guía nativa, en otras palabras mi amiga Marisa, y tomar apuntes para volver otro día con cámara seria. Lo de tomar apuntes se entiende que es hacer una foto aquí y otra allá mientras en medio te tomas una tapitas allí, y un helado de yoghurt acá. ¡Que estoy de vacaciones! ¡Oiga!

No fue un día de playa, entre otras cosas porque no soy playero, lo que no quita que no me guste verla desde la barrera. Lo de las aglomeraciones no se ha hecho para mí.

Es lo que tiene contemplar el mar: con o sin gente, llena.
La de la pose en modo Manhattan es mi amiga.

Y ya no sólo por los motivos marinos. En Cádiz descubrí dos cosas que me llamaron la atención. El pequeño comercio con su encanto subsiste mucho mejor que en Sevilla donde los centros comerciales triunfan, Así que marqué en el GPS del teléfono algunos sitios a donde me gustaría volver con réflex.

Por otra parte me encantó ver la plaza de abastos (ya sabéis lo pesadito que me pongo con esto). Me asombró el gran espacio que ocupan las pescaderías frente a otros tipos de productos. Además es grande y espaciosa así que se podrá fotografiar sin apreturas

Por lo que respecta a Sevilla,  como soy animal de costumbres. Sigo paseando sin aburrirme por la orilla del río, cualquiera que sea la hora pero preferíblemente en la tarde noche. Aunque para variar traigo alguna foto de por la mañana.

Turistas francesas discutiendo su próximo destino... supongo, porque yo soy de inglés.

Sé que muchas de estas fotos son repeticiones y variaciones de otras muchas que tengo ¿pero cómo resistirse a fotografiarlo una y otra vez?.