VII Festival Internacional de Música de Cine en Úbeda
Ésta va a ser una entrada muuuuy larga, así que sé paciente con la carga de las fotos si tu conexión no es muy allá.
Un año más. Y ya van siete. Seis desde que empecé a acudir al Festival Internacional de Música de Cine, Ciudad de Úbeda. Es una fecha que espero impaciente todos los años. Música, cine y fotografía. ¿Puedo pedir más?. Pues sí... también es un buen puñado de amigos con los que me veo durante unos días.
Un año más. Y ya van siete. Seis desde que empecé a acudir al Festival Internacional de Música de Cine, Ciudad de Úbeda. Es una fecha que espero impaciente todos los años. Música, cine y fotografía. ¿Puedo pedir más?. Pues sí... también es un buen puñado de amigos con los que me veo durante unos días.
A algunos de ellos los conozco desde hace ya muchos años. Desde la primera lista de correos en internet que existió en España sobre música de cine.
Y fue gracias a un concierto de Jerry Goldsmith en Sevilla que conocí en vivo a personas que hoy se han convertido en grandes amigos. Alguno no pudo estar presente este año y puedo decir por boca de todos que se le echó de menos. Mucho de menos.
Debo confesar que este año el programa no estaba hecho para mí que en esto de la música de cine soy de la vieja escuela. Pero sólo por la actuación de Carles Cases y Mark Isham el desplazamiento estaba más que justificado. Lo que no quiere decir que no me gustasen otros compositores. Particularmente me habría gustado escuchar más de Philippe Sarde que me supo a poco.
Fotográficamente hablando ha sido el festival más difícil. Me había propuesto no excederme en el disparo y al final ha sido el año que mayor cantidad de fotos he hecho. No he querido ni consultar las propiedades de las carpetas que contienen las fotos para que no me escueza el número de obturaciones que le he metido a las dos cámaras que he llevado.
Todo esto ha venido motivado principalmente por dos razones: mayor número de conciertos y situaciones muy muy difíciles de iluminación. Especialmente esto último, lo que hizo que disparara más de lo normal para asegurarme fotos correctas. Casi nunca miro el LCD más que en las primeras fotos para comprobar que las mediciones son correctas pero esta vez las consultas han sido continuas. En la foto de al lado podéis ver una bonita sacristía pero donde las únicas fuentes de luz eran unos halógenos puestos detrás de cada músico para que pudieran leer sus partituras. Estos halógenos me hicieron mucha pupa en los primeros planos. Iré comentando esta problemática según vaya mostrando las fotos.
Mayor número de fotos realizadas también ha significado que la selección final también ha sido ligeramente mayor que en años anteriores. Pero he tenido que descartar muchísimas fotos que en principio serían buenas. Especialmente con el director de la Filarmónica de Málaga. Siendo muy expresivo proporciona un buen número de fotos pero el escenario estaba inundado de micrófonos de tal manera que era imposible obtener una de sus espectaculares posturas de forma limpia, espero al menos que la grabación haya quedado más pulcra que en el mismísimo Abbey Road. Ni siquiera podía obtener fotos sin micros en los ensayos porque este año se realizaron en el mismo lugar donde actuaban.
Y aquí vino otro de los problemas para un fotógrafo: para mitigar el calor se cubrió el patio con dos lonas para proporcionar sombra a la orquesta. Pero una de ellas era de color azul piscina. Dependiendo de si fotografiaba desde la izquierda o desde la derecha obtenía un humano o un habitante de Pandora. Así que en muchas fotos he optado por el blanco y negro ya que si procesaba el RAW para el azul obtenía un fondo rojo a rabiar y viceversa.
Sí, ya sé lo que están diciendo algunos: "este va poniendo el panorama muy feo para que luego cuando ponga las fotos exclamemos "¡oooh, ahhh lo ha vuelto a conseguir!". Os lo puedo asegurar, no ha sido fácil. Pero lo cierto es que estoy satisfecho del balance final.
Así que a continuación iré colocando algunas de mis favoritas comenzando por el ensayo de Carles Cases y Mark Isham en compañía del contrabajista y el batería habituales del primero.
De la foto de conjunto no estoy satisfecho ya que al estar prácticamente mirándose entre ellos no hay un ángulo para favorecerlos a todos.
Cuando me enteré de que venía Isham al festival me froté las manos. No había tenido ocasión de fotografiar a un trompetista y la ocasión se presentaba fabulosa.
También para fotografiarlo en algún momento de relax.
Como novedad este año no sólo había más conciertos sino diferentes ubicaciones. La más espectacular en la plaza Vázquez de Molina, junto a El Salvador y el Parador Nacional. Entrada gratuita así que entre congresistas y público había gente por todas partes. Sentados y de pie.
Lo malo para mí es que la orquesta estaba subida sobre una tarima demasiado alta para las fotos. Por si fuera poco la única escalera de acceso que me permitía situarme a nivel tenía la iluminación del escenario de cara llenando todo el encuadre de destellos. A pié de escenario la tarima llegaba justo enfrente de mis ojos y la vista era tal como muestra la foto siguiente.
Por eso volví a emplear la técnica del año pasado en el concierto de True Blood que tanto llama la atención a los que me ven: elevar la cámara con un monopié por encima de mi cabeza y hacer la foto con un disparador remoto.
Otras sin embargo las resolví desde lejos con el bendito 70-200mm f2,8.
Durante los ensayos en Pandora... ejemmmm, quiero decir en el patio del Hospital del Santiago hubo tiempo para hacer todo tipo de fotos.
A Christopher Lennertz me gustó fotografiarlo más en los ensayos. Creo que se vuelve mucho más expresivo y transmite más que en los conciertos con público. Es más él, por decirlo de alguna manera. Al menos no soy capaz de encontrarlo así durante los conciertos.
Pero me gustó más sorprenderlo en la intimidad con sus ensayos. Hay alguna foto más de este tipo en Flickr.
A Boscovich, el director de la Filarmónica de Málaga,
también le sorprendí en un momento de introspeción / cigarrillo.
también le sorprendí en un momento de introspeción / cigarrillo.
Bear McCreary fue novedad para mí. Es un compositor fundamentalmente televisivo y no sigo ninguna de las series en las que compone, así que llegué a Úbeda sin saber nada de él, aparte de lo que había leído en la documentación del festival. Particularmente me quedo con este momento que regaló por sorpresa durante su charla.
De esta foto no me preguntéis como llegué a ocupar esa posición entre los músicos.
A diferencia de otros años no voy a poner muchas fotos de los conciertos para no repetir ángulos y encuadres de años pasados ya que con el público presente la libertad de movimientos es mucho menor. Por si fuera poco, tuve la fortuna de lesionarme una pierna el sábado con lo que las subidas y bajadas de una planta a otra en el patio del Hospital de Santiago disminuyeron sensiblemente frenado por una leve cojera. Pero este año llevaba mi nuevo zoom angular y había que estrenarlo bien. Ahora caben más músicos y público en una sola toma. Sin embargo no apuré hasta los 16 mm porque entraban los focos y los consiguientes destellos.
Y por supuesto no podía dejar de destacar esta pose tan torera de Blake Neely,
uno de los compositores de la estupenda serie The Pacific.
El cuarto concierto era una completa novedad en el Festival. Concierto de Coro a cargo de unos viejos conocidos: el coro Ziryab. Creo que sorprendió a más de uno que no esperaba que un coro por si sólo llenase tanto.
Para finalizar un apartado para los compositores que no dirigen orquestas o interpretan su propia música y que por lo tanto no se ponen a tiro de mi objetivo. Entre ellos, dos a los que admiro mucho Pascal Gaigne y Philippe Sarde.
Bruno Coulais, presidente de honor de este año junto a Sarde.
Óscar Araujo que presentaba la estupenda música de Castlevania.
(El sable láser de la camiseta se ve en la oscuridad, ¡es fosforescente!)
Y esto ha sido un poco de todo de este año. Quizás haya dejado algunas cosas en el tintero pero me vais a perdonar. Llevo desde el lunes pegado al ordenador y ésas no son formas de empezar las vacaciones.
Si aún queréis ver más fotos, en este enlace de flickr podéis encontrar casi trescientas.
¡Y perdonad por el megatocho de entrada!.
Fabulosas! Pero el del sable láser es Óscar, no Sergio. Jeje, un despiste lo tiene cualquiera. Grandiosas fotos, con lesión de pierna y dificultades de iluminación incluidas. Felicidades.
ResponderEliminarY dale, ¡que manía!
ResponderEliminarNo sé por qué no dejo de llamarle Sergio. Una noche de regreso al hotel me lo encontré y también le llamé así.
Quizás debería cambiarse el nombre :D
Gracias por el aviso. Ya lo he corregido.
Aún viendolas casi a diario contigo, no conocía una que me ha entusiasmado: la del momento cigarrito de Arturo. Es una foto bestial.
ResponderEliminarY Sergio es un nombre magnífico...
Julio, eres un fotógrafo extraordinario, lo llevas impreso en cada una de tus fotografías.
ResponderEliminarEl año próximo ya hablaremos antes de Úbeda, un abrazo.
Ángel Soler
Tü y yo hablamos cuando queramos. Un abrazo.
ResponderEliminarQué sorpresa!
ResponderEliminarNo creí que esta entrada me fuera a interesar tánto. Una belleza.(Me he paseado por Flickr)
Me quedo...todos los retratos!
Me falta saber cómo retratas a alguien que te caiga mal.
Cómo consigues que algo elaboradísimo parezca tan espontáneo? Lo de tu libro está cada vez más claro, a que sí?.
Rabia me da ver que ese mundo tiene una preponderancia tan masculina. Como venganza diré que por ahí hay alguno que merecería la calificación de hombre-objeto.
Disfruta de tus vacaciones!!! Que lo de la pierna no sea nada.Siempre puedes sacar partido de una cojera a lo Byron!
... y gracias por seguir ahí.
Jajajajaja qué identificada me he sentido cuando explicas los problemas de iluminación en las fotos, qué dolores de cabeza!! Y sí, yo también tengo colección de personajes Avatar gracias a la lona azul :D
ResponderEliminarMarina.
Aún viendolas casi a diario contigo, no conocía una que me ha entusiasmado: la del momento cigarrito de Arturo. Es una foto bestial.
ResponderEliminar(Este comentario me suena...)
Y Elphaba es un nombre magnífico...
(Un momento, esto no viene a cuentod de nada, ¿no?)
Quien me llama Sergio?
ResponderEliminarQue lo pongo a filetes con mi camisa Laser!!!!
¡Nadie, nadie...! Sergio, estoooo... quiero decir... Óscar... :D
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