Seis Días y Cinco Noches en Londres (IV) - Borough Market
No sé is os ocurre a vosotros. Pero casi siempre que viajo suelen sorprenderme más las cosas inesperadas que no había programado. El día que visité Camden Town tuve la fortuna de equivocarme al tomar el metro de regreso. Nada más subirme caí en la cuenta de que la línea de metro que había tomado se bifurcaba en dos rutas de las cuales tomé la que no necesitaba... o eso creía yo.
Una vez percatado del error pensé que lo mismo me llevaba a algún sitio que aunque no tuviera planeado para ese día me interesara. Así que consultado el mapa decidí bajarme en La Torre de Londres. Los alrededores estaban inundados de gente. Y me llamó la atención que casi todo el mundo estaba sentado y comiendo en la calle pero sin ver suficientes puestos de comida cercanos como para abastecer a tanta multitud. Subiendo unas escaleras para tratar de fotografiar por encima de la gente vi un mercado de abastos. Y bueno, ya saben... la única preocupación a partir de ese momento era si llevaba encima el equipo necesario para dar rienda suelta al asalto fotográfico.
Así que armé ese 35 mm fijo que tanto venero para estas situaciones y allí me perdí hasta que perdí la noción del tiempo.
En este enlace podéis encontrar información acerca del mercado y de las secciones que lo componen (incluidos cada uno de los tenderetes) e incluso recetas para dar uso a lo comprado. El mercado funciona de Jueves a Sábado.Incluso existe un grupo en Flickr para colgar fotos del mercado.
Como se puede apreciar uno se puede ir comido a base de degustaciones.
En algunas partes parece que no haya pasado el tiempo. Sólo pequeños detalles lo pueden delatar.
Me sorprendió gratamente descubrir que los productos españoles. ocupaban bastante espacio. Y que los ingleses pagan por el jamón ibérico precios astronómicos. Desde que puse el pié en el mercado empecé a salivar por la hora y por lo que estaba pasando por delante de mi vista y olfato. Pero la cosa se agravó al pasar por este tenderete que me despertó el gen ibérico. Tranquilos, no soy de los que hacen unos miles de kilómetros para comer lo que puedo en mi propia tierra por muchísimo menos dinero (hasta 20 libras por 100g de jamón de bellota de reserva) y más siendo mi familia originaria de la Sierra de Huelva. Pero como experto catador mi olfato me decía que lo que los ingleses compraban allí era primera calidad.
Este tenderete de chorizos tenía una de las colas de compradores más largas de las que pude ver por el mercado.
Y éste otro tenderete tenía atractivos tanto sobre el mostrador como detrás de él.
¿Que si son quesos?. Sí, efectivamente. ¡Como para cortar un triangulito!.
Otro sitio al que tengo que volver con más tranquilidad. Sí, sí... lo sé. Quiero volver a todas partes. Me lo dicen mucho.
Enlaces de interés:
Desde luego tienes la habilidad de hacer dudar de si al ver las cosas en la realidad serán tan bonitas como en tus fotos. Anda que no me he acordado de tí en el viaje, pensando en que te tenía que haber llevado para decirme cómo puñetas hacer ciertas fotos.
ResponderEliminar¡Hola!, ya se te echaba de menos. Ya hace algunos días que me preguntaba si estarías de vuelta. Podemos hacer un intercambio para la próxima vez. Tú haces de guía y yo de fotógrafo. Creo que saldría ganando yo. Estoy seguro de que habrás exprimido tu viaje al máximo visitando esas cosas que no vienen en las guías de viaje. Ahora sólo falta sufrir el ataque de envidia cuando lea tus andanzas en el blog.
ResponderEliminarTen por seguro que lo he exprimido así! Quizás algún día hagamos esa sociedad para ir hasta allí. Sería un buen tamdem.
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