Tenebrismo Digital
No acostumbro a hacer entradas cortas. pero hoy quiero enseñar esta única foto perteneciente a la ópera La Traviata antes de poner un reportaje más extenso en breve. Dentro de un rato me marcho a fotografiar el segundo ensayo general en el Teatro Maestranza de Sevilla.
Anoche apenas tuve tiempo para echar un primer vistazo a las fotos del primer ensayo antes de irme a dormir. Pero lo tenía que hacerlo porque necesito ver que la sesión ha merecido la pena. Duermo mucho más agusto.
Normalmente mis fotos de ensayos generales suelen basarse en la composición más que de costumbre.. Procuro huir de los primeros planos de cantantes y prefiero componer a estos con los elementos escénicos. Dado que se trata de un ensayo general con público tampoco se pueden hacer juegos malabares ya que mi posición se limita al lugar que ocupo en el patio de butacas. ¡Que más quisiera que subirme al escenario en plena acción!
Suelo rehuir del retoque excesivo. Es una herramienta que me gusta para mis propias fotos. Pero en este tipo de fotos de ensayo general la uso para optimizar la imagen y que llegue a mostrar lo más fiel posible lo que vi tal como lo vi. Entre otras cosas porque las cámaras no ven exactamente como el ojo humano y acusan mucho más las diferencias entre la luz y la sombra. Además de por respeto a los escenógrafos e iluminadores que se han roto los sesos para conseguir una estética determinada como para que venga ahora otro a reinterpretarla.
Sin embargo anoche vi una foto que ya a través del visor de la cámara me sugería una imagen tenebrista. La hice con la intención de retocarla posteriormente pensando en colores desaturados y contrastando el fondo con personajes en penumbra sobre el fondo. Y es que al verla rápidamente me sugirió un retoque más pictórico.
El proceso no ha sido laborioso. Básicamente he destaturado la foto un 20%, aumentado el contraste y realzado detalles de las sombras aplicando medio diafragma de más luz a la cara, manos y delantal de la sirivienta así como al cabecero de la cama que estaba demasiado sumergido en la oscuridad en la foto original.
Al final, entre descargar tarjetas, medio cenar, mirar por encima las fotos y retocar esta foto acabé acostándome a las 2:30 de la noche. Y al día siguiente tenía que levantarme a las 8. Pero como dice el refrán, "sarna con gusto no pica".
Mañana habrá más, más fieles a la luz original. Pero hoy quería enseñar ésta.
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