Ithaca, el Paraíso Orgánico
Tal como contaba en la entrada sobre Nueva York tras la estancia en la Gran Manzana me dirigí a Ithaca, no la de Ulises, sino a la localidad del estado de Nueva York que se encuentra a orillas del lago Cayuga. Objetivo: pasar unos días con buenos amigos. La fotografía pasaría a un segundo plano, lo que no quiere decir que tomara algunas fotos ocasionalmente. Por otra parte estaba agotado de tanto andar en Nueva York así que fue un tiempo para el relax, algunos paseos y buenos ratos en torno a un buen plato y una copa de vino.
Ithaca es más conocida internacionalmente por ser el lugar donde se encuentra la Universidad de Cornell que pertenece al grupo de las más selectas en EE.UU. y que presume de tener a 40 premios Nobel que han pasado por sus aulas bien como alumnos o como profesores.
Resulta extraño pensar en una Universidad alejada de un nucleo urbano importante. Pero así es en este caso, si bien posee un Campus a 224 millas, en la misma Nueva York, para facultades como la de Medicina.
Esta circunstancia hacen de Ithaca un lugar bastante particular haciendo que en medio de un entorno rural nos encontremos con ciertas comodidades cosmopolitas más propias de grades ciudades que de un pequeño pueblo.
Supermercados con comida internacional, tiendas con un amplio surtido de vinos europeos, librerías con un buen catálogo de publicaciones o cines que proyectan documentales y cine internacional y de autor en vez del último éxito palomitero.
Sin embargo encuentro el principal atractivo de esta ciudad en otro aspecto totalmente opuesto. El lado rural. En Ithaca hay un movimiento muy importante a favor de la agricultura y ganadería tradicional que no se ayuda de fertilizantes ni abonos.
Todo está dominado por la palabra "organic" para designar lo que en España llamamos agricultura y ganadería ecológica.
Y en realidad todo está tan impregnado de ese espíritu orgánico que a veces tenía la sensación de haber atravesado una puerta espacio-temporal regresando a los 60. Porque lo orgánico se puede percibir hasta en la forma de vestir. El look hippy es muy habitual en este sitio.
Durante los fines de semana del verano se organiza un pequeño mercado orgánico en un bonito lugar bajo una techumbre de madera cerca del lago Cayuga. En él se puede comprar frutas y hortalizas pero también pan, miel o jarabe de sirope. Eso sí, todo a un precio como si estuviésemos en una tienda gourmet y en algún caso incluso a un precio disparatado.
Aunque los precios son más elevados de lo normal lo de esta
señora era algo fuera de lo normal.
Esta foto la hice para no volver a quejarme de los precios
cuando vaya al supermercado a hacer la compra.
La Universidad de Cornell tiene una larga tradición en investigación sobre apicultura
así que no es de extrañar encontrar la miel como un producto abundante.
Volviendo sobre la Universidad de Cornell tengo que decir que me hubiese gustado verla en plena efervescencia con todo lo que supone la actividad estudiantil. Los días en los que estuve eran los previos al comienzo de curso y la máxima actividad que llegué a ver era la de los grupos de nuevos alumnos visitando el campus con sus padres como suele ser tradición en las universidades americanas.
Cornell es un sitio realmente bonito. No sólo en lo que se refiere al Campus, sino al enclave en el que se encuentra. Desde la Universidad se puede contemplar la ciudad de Ithaca debido a su elevado emplazamiento. Y llegar a ella tanto en coche como a pié puede ser un deleite dependiendo del camino que tomemos. No puedo llegar a imaginarme como serán estos parajes en pleno invierno cuando todo esté cubierto por una buena capa de nieve.
Mmmmmm, no, si voy a tener que volver y todo...
Este puente peatonal y este camino son el camino hacia el trabajo que realizan mis amigos cada mañana
para ir a la universidad. Todo un lujo para los pulmones.
Alrededor de Ithaca los parque y espacios naturales son numerosos y espectaculares. De hecho lo normal al despertar por la mañana y mirar por la ventana del dormitorio no es encontrar palomas o gorriones.... Lo que se puede ver son... CIERVOS. De hecho hay que tener bastante precaución conduciendo por la noche.
Así que los ithaqueños, si se me permite la palabra, no tienen que ir muy lejos para encontrar lugares de expansión.
Un pequeño embalse aprovechando un remanso junto a una cascada.
Debo confesar que la ciudad tiene cierto atractivo irresistible, excepto por un hecho. La terrible humedad del ambiente. Tampoco volveré a quejarme del clima húmedo de Sevilla, ni del de Barcelona o Alicante.
Pero salvando ese detalle debo decir que es un lugar con el encanto de los pequeños pueblos de EE.UU. que sin embargo convive con el cosmopolitismo que supone vivir a la sombra de una Universidad internacional.
De hecho no es raro encontrar a personas que se quedaron a vivir tras finalizar sus estudios. Por eso no sería extraño que la persona que viene a tu casa a arreglar las cañerías tenga un doctorado en su poder.
Ni que decir tiene que con todos estos detalles y muchos otros que no he mencionado es bastante acertado deducir que la ciudad es abiertamente pro Obama y por mayoría abrumadora.
Sin duda es un lugar muy particular.
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