Crónicas de la Pandemia


Mano con guante de latex a punto de abrir una puerta en cuyo pomo me veo reflejado con una mascarilla puesta
Esto de la pandemia tiene lo que tiene: que en mayor o menor medida afecta, pero nunca deja de hacerlo. Incluso a este blog que en el último año lleva menos publicaciones de las que me gustaría.

Quizás es culpa mía al pensar que si no tengo fotos de ópera o de algún viaje no tengo nada interesante que contar. Quizás no debería ser yo quién deba decidir lo que es interesante o no. Este rinconcito de internet va de mis vivencias en torno a la fotografía independientemente de lo que fotografíe, así que no debería limitarme a música y viajes. Eso es lo que voy a intentar en esta entrada.

Durante todo este tiempo de confinamiento, teletrabajo, nueva normalidad y vuelta a empezar (¡que ya nos vale!) hice muchas fotos. De móvil y de réflex. Muchas de ellas para recordar lo que estaba pasando y otras por pura diversión y entretenimiento. La terraza de mi casa se convirtió en patio de juegos para hacer timelapses y siempre tenía un trípode plantado en el balcón.


Carrillo de mano para transportar numerosas cajas durante la mudanza

En medio de todo esto hice la madre de todas las reformas en mi casa, planeada antes del confinamiento y aplazada hasta la nueva normalidad con mudanza incluida (cosa que recomiendo para bajar peso de ése que luego vuelves a recuperar al instante). Eso incluye por el mismo precio y en el mismo paquete un par de meses viviendo en otro lugar. Un carrusel de auténtica diversión.


Durante ese confinamiento en el que tan de moda se pusieron las redes sociales, yo prácticamente las abandoné. Mi Facebook tiene telarañas. También es verdad que siempre lo he usado casi en exclusiva para darle visibilidad a este blog. Pero por contra, batí récords en FaceTime y Skype. Pero vamos al grano que me diluyo.

Yo he venido aquí a hablar de fotografía.

En lo fotográfico, lo más relevante fue que un grupo de amigos, todos ellos fotógrafos, hicimos un no-concurso para divertirnos y mantenernos activos. Se trataba de hacer una fotografía por semana, sin tirar de archivo. Había que hacer la foto expresamente para este no-concurso. Lo llamo así porque nunca hubo ganadores ni perdedores. Sólo se trataba de enviar una foto y reunirnos vía Skype una vez a la semana. Hablábamos sobre las fotos, sobre cómo las habíamos hecho, sobre cuales nos gustaban más y cuales menos y por qué. Hacíamos bromas porque sabemos lo que hay de cada uno en cada foto y eso es posible porque hace más de 25 años que nos conocemos. Rollo nada académico, la misma conversación que podríamos haber tenido en un bar enseñándonos las fotos en el móvil. Nos reuníamos vía Skype con una cerveza servida (imprescindible para tener acceso a la reunión) y nos tirábamos un par de horas hablando de fotos pero también de series de TV, del puñetero COVID, de nuestros gobernantes... lo que viene siendo una reunión arreglamundos de libro. Dos horas muy divertidas que yo agradecí mucho.

Y eso es lo que voy a mostrar, algunas de las fotos hechas por mí, pensando en esa reunión de amigos en las que trataba de reflejar mi día a día por casa. Lo que hacía cuando no estaba teletrabajando. En casi todas las fotos salía yo y esa fue la gran novedad por lo que a mí respecta ya que nunca me gustó ser fotografiado y de hecho siempre bromeo con que lo que me gusta de ser fotógrafo es que uno siempre está en el lado de la cámara donde no se te ve. Pero claro eran fotos con destino a los amigos, nunca pensé en ponerlas por aquí. De hecho he tardado bastantes meses en mostrarlas como podéis ver. Vamos a ello.

Tanto tiempo en casa permitió retomar varios libros que había dejado a medio leer. El que tengo en la mano es sobre el pianista Glenn Gould, pero también retomé algunos otros, tanto de ficción como biográficos y al mismo tiempo comencé otros nuevos. La lectura es algo que siempre hago mientras escucho música. Aunque realmente escucho tanto tiempo como el número de horas que paso despierto. Es evidente que ese lugar que sale en la foto no es mi lugar de audición predilecto para escuchar. Pero se trataba de reflejar esa lectura retomada y ese balcón que tanto valor había recuperado.

Sentado y leyendo un libro junto a las ventanas.

iPhone situado entre las páginas de un libro para ser usado como control remoto de la cámara




Debo decir que muchas veces era más interesante explicar cómo hice la foto que la foto en si mismo. Ésta no tiene mucha parafernalia, tan solo que el disparador de la cámara era mi iPhone mostrando la imagen en directo sostenido entre las páginas del libro.







Conforme pasaban las semanas lo fui complicando cada vez más y realmente fue muy divertido, Poniendo lucecitas, flashes por aquí, reflectores por allá... y un poquito de coreografía.

Simulando ser un Nacho Cano, tocando un teclado Midi  mientras miro secuenciadores

Una de las cosas que hice durante el confinamiento fue recuperar hábitos "musicales", aún así debo decir que esta foto tiene más de esa coreografía que de acto musical improvisado. ¡Si yo ni siquiera muerdo los lápices!... y menos un Apple Pencil que lo cobran como si estuviera hecho de adamantium.


Simulando estar hechizado por un CD y rodeado de montones  de ellos aparentemente  desordenados

En esta otra foto es más entretenido contar lo que hice que el resultado final. Es fácil intuir que tengo un flash con gel CTO con un nido de abeja para dar el tono dorado con la luz diseccionada a mi cara como si el CD fuera la fuente de la que emana la luz. La mesa es de cristal y bajo ella dispuse un difusor de luz y otro flash con gel azul para darle color a las pilas de CDs. La lámpara de la mesa tiene un folio por dentro de la pantalla para evitar que la intensidad de la bombilla la quemara por exceso de luz. A mi espalda puse una bombilla de color de Philips Hue (esto no es un cacharro fotográfico sino una bombilla domótica doméstica), ajustada a tonos anaranjados para iluminar los estantes lo suficiente como para que se vean sin robar protagonismo. Y menos mal que iluminé así la estantería porque cuando enseño esta foto una pregunta muy frecuente es ¿que pone en los Post It, de los estantes?. En el escritorio, junto al flash anaranjado hay un iPad mostrándome en directo la imagen de la cámara, desde ahí accionaba el disparador con un retardo de dos segundos, suficientes para poner la mano en actitud de coger el CD, pero lo cierto es que la mayoría piensa que estoy lanzando un hechizo a lo Harry Potter cuando yo pensaba más en Indiana preparándose para coger el ídolo... ¿sí o qué?

Fue divertido tener un pequeño desafío. Cada vez que hacía una foto no paraba de pensar en las risas que echaríamos al comentarla. Hice fotos con iPhone, con réflex y hasta con una GoPro que metí en el frigorífico para hacerme una foto desde dentro simulando que atacaba la nevera en busca de una cerveza para el video encuentro. 

En fin, quedad tranquilos porque probablemente no volveré a poner fotos que contengan mi cara... por lo menos hasta el próximo confinamiento... porque al paso que vamos...



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