Manon Lescaut
Vosotros diréis que no soy objetivo con Puccini y probablemente con toda la razón, pero es indiscutible que este hombre no necesitaba ubicar sus óperas en lugares exóticos como China, Japón o el Far West para encandilar con sus melodías. Hacedme caso, si no habéis ido alguna vez a la ópera ni sois oyentes habituales ésta es una buena ocasión para hacerlo.
Añado que la protagonista es Ainhoa Arteta, algo que es muy agradecido no solo en lo musical sino en lo fotográfico. Con eso os digo que no sé si quedan entradas libres pero si es así ya estáis tardando.
Escenografía clásica y espectacular aprovechando las grandes dimensiones del teatro de La Maestranza, lo que hace que apetezca abrir el zoom y mostrar cuanto más mejor, aunque bien es verdad que soy tendente a eso incluso con las obras minimalistas y usar eso que los sesudos llaman espacio negativo.
En lo fotográfico fue una ópera luminosa, de ISOs bajos excepto en el acto tercero, pero sobre todo que tiene luz donde la tiene que tener y no la tiene donde no debe. Así que el esfuerzo para fotografiar la escena oscura en la carcel merece la pena. El Exif de algunas fotos en ese momento llega a indicar un 1/5s en la obturación estando a 1600 ISO. Menos mal que en la ópera los personajes se mueven despacito y el género de acción no existe.
Bueno, miento. También hay momentos de acción. Momentos en los que no consigo apartar la vista de Ainhoa Arteta a pesar de no estar en primer plano.
Como siempre fueron muchas las fotos y en el momento de escribir esto aún no las he visto todas. Sólo me he pasado por los momentos más llamativos buscando las fotos que aún conservo en la memoria pero no quería dejar de poner algo aquí el día del estreno. Así que si ataco con una segunda entrada y más fotos, por favor no me riñáis y sed comprensivos conmigo.
Por último, algo que me gustaría no tener que escribir. En uno de los intermedio mientras hacía estas fotos un colega me decía que acababa de fallecer alguien muy admirado: Fernando Argenta. Este hombre es a la música clásica lo que Carl Sagan era a la ciencia: un divulgador nato. Alguien que tanto en radio como en televisión se distinguía por la calidad de sus programas.
Descanse en Paz.
La otra nota triste es que al día siguiente un informativo contó la triste noticia dedicándole unos segundos (sí, he dicho segundos). Los suficientes para rellenar el tiempo para pasar a los deportes
al futbol.* Con toda seguridad un tiempo muy inferior al que dedicarían
a cualquier personajillo del corazón con nula contribución a la
humanidad. Esto lo pude ver en una de esas cadenas que dicen hacer televisión, ésas que usan el último vídeo viral de Youtube para rellenar los últimos minutos del programa, ese mismo vídeo que tú ya has visto hace unas semanas en uno de esos correos dirigidos a "toda la lista de contactos". Así nos va.
*Nota: aunque no me gusta el futbol no tengo nada en contra de este deporte, sólo de su uso y abuso mediático.
Enhorabuena por las fotos. Gran trabajo, esperamos pronto más imágenes de la gran Manon Lescaut.
ResponderEliminarGrande, Julio. Me fui de las redes sociales, pero hay más formas de compartir tu obra. Enhorabuena como siempre, por acercarnos con tanta calidad lo que no vemos (pero vivimos, al menos yo, intensamente) ahí abajo en el foso.
ResponderEliminarMiguel Domínguez
Clarinete
Dadme tiempo y aunque sean cuatro fotillos complemento las ya puestas.
ResponderEliminarMiguel, gracias a vosotros. Ya sabéis que soy un gran fan vuestro. Las obras me pueden o no gustar, pero vuestro hacer... eso ya es otra cosa. Un motivo de orgullo para los sevillanos.
Cómo reñirte? no tardes en ponerlas!
ResponderEliminarComparto tu afición por Puccini en lo musical,y tus fotos reflejan una puesta en escena muy cuidada.Ya estoy deseando verla. Los intérpretes... quíén sabe por qué los amamos o no. También si te dijera el tenor que yo me desplazo a oir...y ver, me matarías.
Si me das permiso, querría apoyar tu recuerdo afectuoso y agradecido a Fernando Argenta. En radio y prensa escrita sí le han dedicado el homenaje que merecía.
Y recomendación por recomendación:la novela que da pie a esta ópera es interesante. El Abate Prévost, que abate nunca fue, narra la historia de un tipo ejemplo de virtudes que se corrompe por amor y de una enamorada verdadera que no puede sustraerse a sus aficiones de prostituta, en fin, los buenos sentimientos conduciendo irremisiblemente a malas acciones.El azaroso libreto de la ópera de Puccini obvia ese tema demasiado libertino.
Gracias, Julio.
No te creas Carmen, aquí, como dice un amigo, todo el mundo tiene un cadaver en el armario. Una pasión secreta por un intérprete, un músico o lo que sea, que no se atreve a confesar en público. Imagina un tipo erudito en Mozart, conocedor exhaustivo de las interpretaciones de Alfred Brendel que ocultara que posee la discografía completa de Luis Cobos... ¡escalofriante!
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