¡Al Fin Plácido!

Uno tiene una lista mental de personas, cosas, eventos... que quiere fotografiar al menos una vez en la vida. Esa primera lista de personas está plagada de personalidades del mundo de la música y Plácido Domingo se encuentra en ella. El primer conocimiento que tuve de Domingo era un programa aburridísimo de Televisión Española de nombre 300 Millones. Compréndanlo, yo era un niño que lo único que quería ver en la TV eran series policiacas como Los Hombres de Harrelson o Starsky y Hutch.

Tiempo después alguien me dió a conocer un doble LP titulado Una Voz Por El Mundo que se convirtió en mi primer contacto con la ópera: Nessun dorma,  Una furtiva lagrima, La fleur que tu m'avais jetée y alguna que otra aria pero fundamentalmente estas tres, quedaron grabadas a fuego para siempre en mi cabeza a pesar de que no conocí las óperas al completo hasta bastante años más tarde.

Dicho esto es de suponer que la simple presencia de Domingo en el escenario era suficiente reclamo para esperar esta ópera con impaciencia. Lejos estaba de saber que Thaïs, ópera de la que solo conocía el tema omnipresente en los recopilatorios, me iba a seducir a primera escucha hasta el punto de que ya tengo pedido en Amazon el doble CD con Renée Fleming.

En fin, que como uno no sabe cuando se va a encontrar otra vez con este hombre, la noche del ensayo general le di al gatillo a base de bien. Y no fui el único. Había más prensa gráfica que de costumbre y prácticamente todos se quedaron hasta el final.

No me extiendo. Esta vez, teniendo en cuenta la cantidad de fotografías que se han publicado en prensa  voy a tratar de poner la selección que mí me gusta en vez de la que refleja más o menos toda la ópera.

Bueno, mucho Plácido por aquí y por allá pero la prota también es ella, Nino Machaidze.

Así que sin que sirva de precedente voy a poner una foto más grande de lo habitual.

A todo esto, se estrenó anoche en el Teatro de la Maestranza.

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