Festival Internacional de Música de Cine, Provincia de Córdoba
En este blog hay algunas citas que se repiten anualmente y el mes de Julio siempre toca la del Festival de Música de Cine. Ya saben, ese encuentro de músicos cinematográficos de renombre y frikis desenfrenados. Este año antes de las fechas habituales y en un lugar nuevo, Córdoba.
Debo decir que soy de los que añoraré Úbeda. El encanto de la ciudad, su reducido tamaño y los rinconcitos conocidos de tantos años anteriores lo ponen dificil para cualquier nueva localización. De hecho he caido en la cuenta de que la carpeta que contiene las fotos en el iPad la he llamado "Úbeda 2012".
Sin embargo también tengo que decir que Córdoba ha sabido seducirme. Es una vieja conocida que visito más o menos un par de veces al año sin contar que hace bastante tiempo la visité a diario durante un mes y medio por motivos profesionales.
El casco viejo, la gastronomía, la herencia árabe... tiene herramientas para atraparte y lo hace. Mi única pega: tirón de orejas para la alcaldía. No se puede ordenar el tráfico de una manera más caótica. Mi hotel estaba frente a la Mezquita y fue un completo desafío llegar a él en coche. No os voy a aburrir pero el periplo daría para un par de entradas. A ver, politiquillos míos, si nos ponemos las pilas con la señalética.
Pero vamos a lo que vamos. Ya sabéis que a mi en esto de usar equipo fotográfico me va el rollo minimalista poca cámara y poco objetivo. Y soy el tipo más feliz del mundo cuando llevo una compacta. Pero cuando se trata del Festival de Música de Cine, toda la cacharrería es poca. No quiere decir que la use toda. A decir verdad, sigo usando una mínima parte. Pero no querría tener que tirarme de los pelos por no poder hacer una foto con algo que se ha quedado en casa.
Lo cierto es que lo he solucionado todo con dos cuerpos y estos objetivos: 35mm f1.4L, 50mm f1.2L, 85mm f1.8, 16-35mm f2.8L y 70-200mm f2.8L
El 70% de la fotos están hechas con los dos primeros de la lista. Los dos siguiente han sido puntuales y en los conciertos con orquesta se ha llevado la palma el 70-200mm.
Sin embargo me llevé todo lo que muestro en la foto de al lado. En una mochila de la que una vez dijo mi amigo Manolo que cuando me la pongo a la espalda parezco una tortuga ninja.
1. Canon EOS 5D
2. EF 70-200mm f2.8L
3. Ef 24-70
4. 35mm f1.4L
5. 2 Speedlite 430 EXII
6. EF 50mm f1.2L
7. Funda para 12 tarjetas Compact Flash
8. EF 16-35mm f2.8L
9. Canon EOS 5D Mark II
10. EF 135mm f2.0L
11. HD Canon M80 para descargar tarjetas
12. Funda con 4 baterías extra
13. Funda con cargadores y cables
Y a eso añadimos en una bolsa aparte un Speedlite 580 EXII un reflector de 45cm, un 85mm f1.8 y monopie Manfrotto. Este año sin portatil, solo iPad.
Lo bueno del traslado a Córdoba es que exceptuando uno de los lugares de ensayo he tenido luz de buena calidad. Calidad que no cantidad. Pero con lo primero ya me conformo. Los flashes se quedaron en el hotel porque este año no he fotografiado charlas, ni entregas de premios. Y todo eso tiene como beneficio que estaba fresco y descansado para tomar fotos en los conciertos. ¡Y que bien me vino!. La noche del sábado hubo programa doble y eso significó sobre 5 horas y pico de concierto. ¡Pa' habernos matao'!
En este festival por motivos de trabajo no pude estar todos los días y por ellos solo pude cubrir conciertos desde el sábado pero aún así fuero tres conciertos y dos ensayos los que pude disfrtar tras la cámara. Como diría Jack el destripador... vayamos por parte
Dos conciertos para la noche del sábado en el auditorio al aire libre de la Axerquía. Dos orquestas, la Filarmónica de Málaga bajo la batuta del siempre expresivo Arturo Díez Boscovich y una nueva orquesta para mí desconocida hasta este momento, la Master Symphony Orchestra, españolísima a pesar del nombre, bajo la dirección de Ricardo Casero, Blake Neely y Trevor Morris.
Como siempre Boscovich hizo que más de una vez agotara el Buffer de mi cámara ya que es de esos directores que expresan con la totalidad del cuerpo adquiriendo a veces posturas imposibles. Fue con gran diferencia el director más expresivo de la noche. Por otra parte el primer concierto dedicado a los clásicos del cine estaba dirigido en exclusiva por él así que he almacenado un buen número de fotografías suyas y al momento de escribir esto aún no las he revisado en su totalidad. Un concierto muy muy recomendable que yo ya echaba de menos dedicado a los clásicos: Rózsa, Tiomkin, Waxman Korngold, Bernstein... un concierto para gourmets de la música de cine.
La violinista es Lucie Svehlova
En esa misma noche y hasta más allá de la tres y pico de la madrugada tuvo lugar el segundo concierto dedicado a la música de los invitados de este año.
Ricardo Casero se encargaba de dirigir los temas de los compositores que no dirigen orquestas.
Blake Neely y Trevor Morris se encargaron de sus propias partituras
Tampoco hay que olvidar al simpre competente Coro Ziryab. Viejo conocido del festival que siempre da lo mejor de ellos, y que es sinónimo de trabajo realizado con cariño.
Una imagen de conjunto incluyendo la grua de vídeo. Un pelín invasiva para mi gusto pero ya habría dado yo dinero por conseguir algún ángulo desde su punto de vista.
Los principales invitados en el saludo del final de concierto. Christopher Young, Mark Isham y Murray Gold. Detrá,s oculto tras Young, Trevor Morris.
Pero de esta parte quizás prefiero quedarme con imágenes del ensayo por ser más inusuales y frescas.
De Christopher Young no hice demasiadas fotos este año pero ésta que viene a continuación creo que recoge muy bien su personalidad. Para él todo el mundo es su amigo y su familia. Te invita a su casa por menos de un suspiro. Pero lo que más me asombra es su capacidad mimética de cambiar de aspecto. Y la habilidad para buscar camisas imposibles.
Junto a componentes del coro.
A continuación una imágen de 2009
Y dejo para el final la parte que más he disfrutado: el concierto del Trío de Carles Cases y Mark Isham. Para mí fueron la mejor parte del festival del año pasado. No imaginé que existiera esa química entre ellos. Y saber que tendría la oportunidad de disfrutarlos otra vez ya constituía una excusa más que poderosa para desplazarse al festival y con el aliciente de poder oir en la primera parte del concierto el primer adelanto en vivo de su nuevo CD, Dancing. Alguno dirá: "cómo se nota que tienes amistad con Carles...". Vale, ¿pasa algo?. Carles es el músico que aparece por la puerta de atrás, sin hacer ruido, sin ir de divo, sencillo y campechano,pero que siempre logra arrancar al público de su silla. Y aún más, tras el concierto no escatima tiempo en atender a los admiradores que se acercan para felicitarle, pedirle una firma o hacerse una foto. Es el tipo del que te haces amigo con facilidad.
Y todo eso se respira todo el tiempo, no es fachada ni marketing. Así lo demuestra esta secuencia de fotos del ensayo a puerta cerrada. Creo que describe a la perfección su feeling con sus músicos Miquel Àngel Cordero y Lluis Rivalta.
Unas fotos de esa sesión.
Y eso fue todo por este año. Ahora ya solo falta esperar al próximo.
Como siempre, Julio, brillantes. No puede concebirse un Festival de Música de Cine sin tus fotos para rememorarlo :)
ResponderEliminarEspero que puedas escaparte al PlayFest, y que tengamos una carpeta de fotos "Úbeda 2012 (2)".
Abrazos.
El festival no sería lo mismo sin la compañía de "los de siempre" aunque a veces no tengamos tiempo ni para cruzar dos frases.
ResponderEliminarLo del Playfest lo veo dificil no dispongo de días para cubrirlo en su totalidad.
Un abrazo.
Julio, magnífico trabajo, como siempre, dicho sea de paso!
ResponderEliminarUn abrazo
Julio, ya sabes que soy un enamorado de tu trabajo y de tu luz ... y como siempre, y esto no por habitual, deja de ser mas sorprendente, has hecho un trabajo espectacular.
ResponderEliminarPd. No vuelvas a pasar por Almería a ver a Ángel y a Maribel y no me lo decís para conocernos.
Un saludo de alguien que espera ya impaciente la siguiente entrada de tu blog.
Querido Julio como siempre, inmejorable. Desde Almería con admiración.
ResponderEliminarPD: Góngora, te diré que la vez que vino a Almería, no nos avisó ni a Angel ni a mi, así que no lloriquees tanto ;-P. Almurabi-Maribel
Jajaja. Tranquilos. En mi próxima visita a Almería, que la habrá, os aviso por descontado. Haremos un pequeño congreso. :D
ResponderEliminarComo siempre, fantásticas. La sensación de que tú vas a un Festival diferente al que yo veo con mis ojos es una sensación terrible.
ResponderEliminarJoooo...
ResponderEliminarEl año que viene, no nos lo perdemos. Auqnue tengamos que vender a los niños en el mercado negro.
Ja, ja, ja, jaaaaaa... de echo me extraña que no hayáis aparecido ya por el festival. El nivel de frikismo ya lo tiene la familia entera. En serio Eva, disfrutaríais una barbaridad. Y luego está el aliciente de los amigos que encontrarás allí.
ResponderEliminarSabía que tendríamos el certificado del Festival. Monumentalizado en una revista me habría interesado poco, pero el predominio del rito sobre el show con que lo ves y lo cuentas es especial; esas son las imágenes que prefiero. De su calidad ya opinan aquí con más fundamento de lo que yo sabría.
ResponderEliminarCarmen, realmente es un ritual tal como dices. El ritual de reencontrarse con amigos con los que compartes la pasión por este tipo de música. Y en parte el ritual de disfrutar más con la trastienda del festival que con los propios actos oficiales de éste.
ResponderEliminarAl final no hubo que vender a los niños en ninguna parte. Los abuelos nos hicieron ese pedazo de favor (porque encima incluyeron perros en el pack) y allí hemos estado en el de este año. No sabía si poner el comentario en las fotos de 2013 pero es que he vuelto a revisar estas que también son magníficas.
ResponderEliminarTu comentario siempre es bienvenido lo pongas donde lo pongas, con o sin niños y perros. :D
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