Michael Giacchino
Tras visitar el V Festival de Úbeda, Michael Giacchino volvió este año como presidente de honor y con un Oscar de Hollywood en el bolsillo por la banda sonora de Up. El año pasado tomé bastantes fotografías de él en el concierto y en los ensayos.
Cuando dirige la orquesta no se entrega a gestos espectaculares, lo que no resta nada en absoluto a sus composiciones porque, ante todo, él es compositor. Por eso este año me esforcé en tomar fotografías en momentos no estrictamente musicales para no repetirme demasiado.
De hecho tengo algunas fotos de él contemplando con admiración a Arturo Díez Boscovich, director de la Filarmónica de Málaga y autentico quemador de tarjetas de memoria por sus coreografías con la batuta en la mano.
Diría que es alguien del que es fácil hacerse amigo. Siempre de broma. Siempre sonriendo. Creo que se lo pasa bomba en Úbeda y que no le importaría volver cada año. Es el compositor que más veces me he encontrado casualmente por las calles de Úbeda. Casi siempre coincidíamos en el restaurante donde quedaba a comer con los amigos.
Ensayos con el coro.
El calor era insoportable en esta sala, como se puede apreciar, y constantemente empañaba el visor de la cámara al acercármelo a la cara.
Ensayos con la orquesta y coro.
En el concierto del sábado recibió un premio de manos del alcalde y al mismo tiempo quiso celebrar la victoria de España en el Mundial de Fútbol.
E incluso hizo varios regalos entre el público.
Y tras ese momento comenzó el gran concierto del sábado.
La Orquesta Filarmónica de Málaga y el Coro Ziryab hicieron un gran trabajo, aunque eso ya es costumbre del coro que ha estado en dos ediciones anteriores del Festival.
La última noche regresaba pasadas las 12 con mi amiga Elphaba hacia el hotel. Bajábamos por una calle del casco viejo enfrascados en la conversación y de repente nos encontramos de cara con Giacchino acompañado de tres personas, creo recordar.
Se paró a despedirse y me estrechó la mano con fuerza, dándome las gracias por las fotografías, mientras yo le daba las gracias por su música en un balbuceante inglés. Cuando continuamos nuestro paseo nos dijimos: "Desde luego, esto sólo puede suceder aquí". Hacía sólo unos meses que lo habíamos visto en TV en la entrega de Oscars agradeciendo a sus padres que apoyaran su pasión por la música.
Éste es uno de los trofeos que me he traído del Festival. Aún está en el plástico protector esperando ser enmarcada. Tengo muchas fotografías firmadas y algunas son muy estimadas como la de John Debney y Fernando Velázquez. Pero creo que el mejor souvenir de este año fue ese apretón de manos a las doce de la noche en una calle solitaria de Úbeda.
PUes sí, un tipo estupendo y nada endiosado. Esos momentos de encuentros y charlas totalmente cotidianas no tienen precio, y también me pareció un momento muy bonito el que dices de la última noche. Fue un gran broche para el festival de este año.
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