¿Me Pone un Chupito de Sangre?
Festival Internacional de Música de Cine, Ciudad de Úbeda.
Últimamente tenemos vampiros hasta en la sopa. Y no me refiero a los políticos, que también. Stoker se habría hinchado a ganar dinero en la actualidad. Y en el Festival de Úbeda no íbamos a ser menos.
Últimamente tenemos vampiros hasta en la sopa. Y no me refiero a los políticos, que también. Stoker se habría hinchado a ganar dinero en la actualidad. Y en el Festival de Úbeda no íbamos a ser menos.
La conocida serie True Blood tiene éxito (aunque personalmente no me lo acabo de explicar) y también tiene banda sonora, sobre la que no puedo opinar porque abandoné la serie en el tercer o cuarto capítulo.
El primer concierto de los tres que tuvieron lugar este año estaba dedicado a su banda sonora. Para ello se contaba con la presencia de Nathan Barr, su compositor, Lisbeth Scott, cantante y Randy Edelman en la tarea de la dirección musical.
El concierto se llevaba a cabo en un edificio antiguo, el Palacio Anguis de Medinilla. Más concretamente en su patio.
El lugar no era precisamente grande. Y estaban aprovechados hasta los espacios entre las sillas del público sentado. Capacidad para moverse: cero.
Lo que quiere decir que me hice todo el concierto desde una esquina porque era imposible moverse a otra zona sin fastidiar a un público que está ahí para ver algo sin molestias, como debe ser. Tan sólo aproveché una pausa de bis para cambiar al otro lado del escenario.
Por si fuera poco la iluminación no era acorde. Al menos en términos fotográficos. Fijaros en la foto de arriba que la espalda de Lisbeth Scott está quemada. Fotografiar de frente significa tener un buen número de halos. Sin embargo, la zona de bar con decoración y camareros en sintonía vampírica estaba bastante bien. Pero para hacer fotos de esto ya no me quedaban fuerzas. Necesitaba comer algo ¡ya! después de todo un día pegando botes. Y la hemoglobina no está entre mis preferencias.
Nathan Barr introduciendo cada uno de los temas interpretados.
Un par de momentos del ensayo.
Y sí, es un mostrador de cerveza lo que sujeta el teclado de Lisbeth Scott.
Me parto contigo.Eres como el típico que se queja siempre de lo mal que lleva los exámenes y lo mal que le han salido, pero que luego saca matrículas. De eso me acuerdo cuando te oigo quejarte de las malas condiciones y de lo mal que ha salido estoy o aquello, y luego veo estas cosas que veo.
ResponderEliminarIgual no ha sonado así, pero esto quería ser un elogio XDD
La foto de Lisbeth con las manos juntas, mirando a Edelman es la gloria.
ResponderEliminarElphaba, tus elogios son casi subliminales, pero te queremos mucho y creemos que tiene mucho mérito comerse una pizza de calabaza.
Hey, hey, hey... que eso de los exámenes lo dije yo. Pero ahora no recuerdo si de ti. Creo que si. Dios mío, que mal estoy. Necesito recuperar sueño. Me acabo de dar cuenta de lo pésimamente redactado que estaba el texto y de que faltaba una foto que había eliminado.
ResponderEliminarMenos mal que anoche terminé de procesar todas las fotos. Tengo una empanada de batutas en la cabeza que para qué.
Sergio, tienes razón. Es toda una experiencia ir a comer con Elphaba. Me imagino al camarero corriendo a la cocina y diciendole al cocinero:
"Oye, ¿te acuerdas de cómo se prepara ese plato que nunca nos piden? Ahí fuera hay alguien que lo ha pedido..."
Es que me gusta ponerles a prueba XD. Y pedí la pizza de calabaza nada menos que dos veces. Lo que os perdísteis!! Sois muy convencionales.
ResponderEliminarSí, Julio, también me dijiste lo de los exámenes a mí por otra cosa que no recuerdo, pero no inventaste esa comparación, y yo pensaba eso mismo respecto a este tema.
Julio, felicidades desdes Barcelona. Como cada año, tu trabajo en úbeda ha sido excelente. Un abrazo.
ResponderEliminarMeri
Gracias Meri. Eres de los fijos que cada año tiene palabras sobre mis fotos.
ResponderEliminarUn abrazo.