La Mujer Silenciosa
Dentro de unas horas se estrena en el Teatro Maestranza de Sevilla La Mujer Silenciosa, una ópera de Richard Strauss. La primera de esta temporada.
Tenía unas ganas terribles de verla. Por ser la primera después de la pausa del verano y por ser la primera vez que iba a someter a mi nueva EOS 5D Mark II a las dificultades de fotografiar en interiores este tipo de espectáculos teniendo como referencia los buenos resultados de mi cámara habitual hasta el momento, la 5D clásica.
Debo decir que he salido muy satisfecho de la experiencia al comprobar que uno puede estar disparando con dos puntos de ISO más alto de lo habitual con una cantidad de ruido parecida.
Prácticamente he fotografiado casi todo el tiempo a 500 ISO y puntualmente a 640 obteniendo resultados que podrían pasar por 400 perfectamente.
Ésta ha sido una opera con luz abundante, lo que forzosamente no tiene por qué ser una ventaja. A decir verdad no me gustó nada en ese aspecto. Tampoco escenográficamente hablando. Casi un tercio del escenario desaprovechado. De hecho de la tres divisiones del escenario una no se emplea para nada salvo para alguna que otra entrada de personajes por ese lado.
Resultado: la acción tiene lugar en un espacio reducido llegando a ser agobiante cuando el número de personajes llega a superar en varios momentos las 10 personas.
Si a esto añadimos unas sillas que con demasiada frecuencia están por delante de los cantantes y unos barquitos que son el indicativo de que el personaje principal fue marinero pues nos encontramos con que no es visualmente limpia.
Podría decirse que está hablando el fotógrafo que tiene unos ideales de lo que quiere ver cuando mira por el visor. Pero los habituales de este blog saben que también habla el melómano y a mí por lo menos no me termino de convencer ese horror vacui. Recuerdo un momento en que incluso había un paraguas negro abierto en una esquina del espacio escénico principal que era como una mancha de sangre en un mantel. La vista se te iba a él y no por miedo a la superstición precisamente.
Algunos de los fotógrafos habituales del teatro comentaban que ya era hora de tener una ópera con luz (en la última temporada la mayoría eran contra fondo negro con muchas luces puntuales sobre los personajes).
Yo argumentaba que preferia las iluminaciones oscuras y a ser posible con escenarios minimalistas. La razón: son difíciles de fotografiar y la cantidad de fotos aprovechables es menor por razones técnicas pero... cuando una foto sale... suele ser espectacular. Entre cantidad y espectacularidad me quedo con lo segundo.
En cualquier caso aquí os dejo con algunas de las que considero más enseñables.
Puedes ver una selección más amplia en Flickr.
A ella la has pillado en pleno salto. Magnífica selección de fotos y... ¡que envidia! Algún día mis hijos serán mayores y podré volver a tener un mínimo de vida cultural...
ResponderEliminar¡Y lo que culturiza el Disney Channel! :D
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