Nueva York

Lo que vas a ver en este apartado se encuentra en el blog repartido en cinco entradas que escribí en su momento. Cuando hice estas fotos hacía bastante tiempo que no me marchaba de viaje en solitario. La única compañia era la de la cámara fotográfica. No es un viaje aventura ni tiene el exotismo de los grandes relatos viajeros. Pero para las personas como yo, que el resto del tiempo tienen una vida normal con un trabajo normal, supone un bálsamo dedicarse a dos cosas con las que disfruto sobremanera. Es por eso que quiero destacar estas fotos dentro de este blog. Porque aunque no sean las mejores disfruté muchísimo haciéndolas. Ten paciencia con la carga de esta página. Demasiadas imágenes para cargar en una sola entrada.


De Nuevo Cruzando el Charco

Como siempre que pongo un pie más allá de los límites de la provincia de Sevilla lo registro todo en mi cabeza a veces con demasiados detalles, nada relevantes excepto para mí.

Eso es lo que hace que en 2004 durante 8 días por el Camino de Santiago acabase escribiendo más de 50 páginas en el pequeño cuaderno que llevaba y que es el que podéis ver en la cabecera de este blog junto a una vieja cámara Yashica.

Normalmente gozo de buena memoria y sólo apunto nombres de lugares y detalles sueltos con el fin de recordarlos y poderlos ordenar cronológicamente.

Pero la experiencia de ese viaje fue demasiado bonita y sustanciosa como para no apuntar algo más que nombres.

No diré que viajar a Nueva York sea una peregrinación. Bueno, estoy seguro que más de uno diría sin titubear que sí. Y de hecho muchos de los visitantes mantienen una conducta parecida a la de un peregrino sólo que con un credo bastante diferente yendo de lugar en lugar tratando de ver todos esos sitios que han visto en el cine como si se tratara de una promesa.

Hacía nueve años de mi primera visita a Nueva York y ocho desde mi última estancia en EE.UU. Una vez oí decir al director de cine español José Luis Garci que la primera vez que estuvo en Nueva York se dijo a si mismo "yo ya he estado aquí". Y creo que se ajusta a la realidad de los que hemos vivido muchas anécdotas en esa ciudad a través de la magia del cine sin movernos un sólo kilómetro más allá de los límites de nuestra ciudad.

New York, August 2009

Ninguna ciudad como La Gran Manzana ha sido capaz de impregnar su caracter tantas veces y tan bien a las películas que en ella tienen lugar llegando a convertirse en un personaje más.

Todo el mundo sabe a qué edificio se subió King Kong, delante de qué joyería desayunaba Holly, en qué parque se enamoraron Harry y Sally y sobre todo... donde tienen lugar las mejores películas de Woody Allen.

New York, August 2009

La intención era ver poco pero bien. Y procurar a toda costa ver de una manera diferente lo que ya había visto. Era muy tentador volver al puente de Brooklyn al atardecer para volver a repetir la foto de hace nueve años. Pero quise evitar caer en ello. Que el cielo estuviese nublado no lo escogí voluntariamente por motivos obvios, pero que queréis que os diga: los días nublados también tienen sus derechos.

New York, August 2009

Tardé mucho en llegar. El avión se retrasó una hora ya aterrizado en pista por culpa de una tormenta. El control de aduanas es pesado y largo. Y además había atasco en la autopista de camino a Manhattan. De una teórica llegada al centro de Nueva York a las 8 de la tarde me planté en el hotel a las 10 de la noche bien pasadas (4 de la mañana para mi reloj biológico). Por el camino mientras arrastraba la puñetera Sansonite en el trayecto de 10 minutos a pie hasta el hotel desde el autobús del aeropuerto JFK, iba pensando en la almohada. Lo hacía... hasta que atravesé Times Square de esta manera.

New York, August 2009

No lo pude evitar. Se me olvidaron las 8 horas de vuelo, las esperas, las aduanas... las 16 horas que habían pasado desde que salí de casa al aeropuerto de Sevilla, (no hay vuelos directos desde Sevilla y de ahí el número de horas). Subí el equipaje a mi habitación, me refresqué la cara y salí corriendo con la cámara como si existiera el peligro de que aquella excitación callejera fuera a desaparecer de un momento a otro. Nada más lejos de la realidad. De hecho volví a tomar fotos dos noches más con diferentes objetivos un rato antes de regresar para dormir, como a modo de postre tras la cena.

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

La actividad teatral se concentra alrededor de Times Square, Broadway y la Calle 42. Así que los luminosos de los teatros están por todas partes haciendo de reclamo efectivo. Una visita bien realizada debe incluir siempre un espectáculo musical... al menos (en mi última visita a Londres con este objetivo vi tres en un solo fin de semana). Tuve el placer de disfrutar de la nueva producción de West Side Story de mi admirado Leonard Bernstein. No sabría decir ahora mismo las numerosas versiones que tengo de esta fantástica obra: orquestales, cantadas, versión jazz latino, la de la película... Ni que decir tiene que salí del teatro con ganas de volverla a ver.

Lo que sucedió a partir de esa noche durante los cinco días de Nueva York da para escribir mucho, no por la cantidad de fotos sino por las sensaciones. Muchas horas caminando y observando el pulso de una ciudad hiperactiva.

Notas:
  • Si llegado a este punto no te has aburrido y te atreves con las seis entradas restantes te recomiendo que cargues esta lista de reproducción si tienes una cuenta de Spotify. Ésta es la música que sonaba en mi iPod mental mientras paseaba por Nueva York.
  • Como habréis podido ver las entradas están llenas de enlaces a las webs oficiales de los lugares que menciono.
  • En el caso de los títulos de películas los enlaces llevan a fragmentos de las mismas que más o menos contienen la escena que menciono según he podido encontrar en Youtube.
Los Primeros Paseos

No sé si es producto de la larga pausa desde mi primera visita pero encontraba la ciudad más limpia. Y a excepción de lo que supuso el 11-S, especialmente para la gente que lo vivió en primera persona, nada ha cambiado. La gente camina frenéticamente por las calles, los taxis circulan a una velocidad excesiva, los peatones cruzan los semáforos en rojo, los restaurantes están siempre llenos a cualquier hora y los policías se dejan fotografiar con los turistas como si se tratara de una atracción turística (a veces sospecho que son actores).

New York, August 2009

Si acaso encuentro que los newyorkinos viven ahora colgados del iPod o el teléfono móvil. El que no camina aislado en sus auriculares, lo hace hablando solo mientras te hace sospechar que su salud mental no es muy buena hasta que te das cuenta de que de una de sus orejas cuelga un auricular bluetooth.

Tener un iPhone o una Blackberry no es nada "cool". Es tan corriente como tener un Nokia normalito en España. Todo el mundo está enganchado a internet. Cualquier restaurante o cafetería tiene clientes comiendo al lado de un ordenador portátil en funcionamiento. Encontrar una WiFi gratuita es bastante sencillo a diferencia de ciudades como Londres.

New York, August 2009

La tienda Apple de la Quinta Avenida.
Quizás el mejor reclamo de la marca en el mundo.

New York, August 2009

Una de las palabras que define esta visita es "interior". He entrado en muchos sitios donde no había entrado en mi primer viaje o simplemente no había permanecido el tiempo suficiente: La catedral de St. Patrick, La Biblioteca Pública de Nueva York, Grand Central Station, el Metropolitan Museum of Art, el metro (si has leído bien, el metro).

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009
La Catedral de San Patricio Sorprende por sus dimensiones. El exterior nunca hace sospechar la espectacularidad del interior.

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

La Biblioteca Pública de Nueva York era la que aparecía al comienzo de la ochentera Ghostbusters y donde tenían lugar las primeras apariciones de fantasmas. El cine de los 80 es el que ha dejado mayor huella en mi cinefília. Sigo devorando cine pero recuerdo con especial cariño el de esa época. De la misma forma que no puedo evitar acordarme de El Rey Pescador al entrar en Grand Central.

New York, August 2009

New York, August 2009

Sorprende el número de restaurantes que se pueden encontrar dentro de esta estación.


Una estancia tan corta te hace plantear si quieres sacrificar parte de tu tiempo metido en museos. Por una sencilla razón. Para mi cualquier viaje a un lugar radicalmente distinto de donde resido tiene un principal aliciente aparte de ver sus principales monumentos y museos: observar el modo de vida. Algo con lo que disfruto en lugares que visito es ir a un supermercado. De hecho, cada vez que visito Barcelona casi sin falta visito el mercado de La Boquería, un lugar fascinante. En otra entrada comentaré mi visita al mercado de los fines de semana en Ithaca, unas 250 millas al norte de Nueva York, donde la agricultura ecológica ocupa un importante lugar.

En cualquier caso Nueva York es una ciudad donde uno puede pasarlo bien simplemente paseando. Y si tus intereses son fotográficos encontrarás que una lujosa avenida, un callejón con puertas traseras de almacenes o el mismo metro tienen bastante atractivo visual.

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

De Museos

Metropolitan, Guggenheim y MOMA. Tres grandes museos. Cuando digo grandes no sólo me refiero a la calidad de sus exposiciones. También al tamaño y belleza de sus edificios. Hacer una visita rápida es un pecado. Requieren ir con tiempo y como digo más arriba suponía sacrificar tres mañanas o tres tardes. Así que preferí entrar en uno sólo, hacer una visita a conciencia y dejar el resto para futuros viajes.

No obstante, no pude resistir volver a ver aunque fuese de pasada, la hermosa arquitectura del Guggenheim, fotografiado hasta la saciedad. Realmente difícil encontrar un ángulo nuevo no fotografiado previamente. Pero por intentarlo que no quede.

New York, August 2009

New York, August 2009

Dediqué una mañana completa al Metropolitan. Una mañana para una sola de las exposiciones pues alberga varias y no da tiempo para más a menos que uno deambule por las salas sin el mayor interés que caminar y no detenerse en las joyas del arte que allí se exponen. Así que decidi visitar las exposición sobre Egipto con detenimiento y luego dar una vuelta por las diferentes alas del museo.

New York, August 2009
Las escaleras del Metropolitan Museum of Art siempre están concurridas.

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

Llegado a este punto, el templo de Dendur, no pude evitar recordar la escena en la que Harry bromea con Sally acerca del pastel de Pacana. Esta escena fue una más de las acostumbradas improvisaciones de Billy Cristal. De hecho, la cara de Meg Ryan delata cómo la salida de guión le cogió por sorpresa.

Entre a las diez y media de la mañana y cuando me di cuenta eran las tres y media de la tarde y aún no había comido nada. Es imposible entretenerse menos. No sólo por los trozos de historia y obras de arte. El edificio es sorpendente. Grandes espacios donde los objetos expuestos respiran sin agobios.

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

Un Parque y una Estatua

Central Park es un lugar mágico. Es impensable que en una ciudad de ritmo tan salvaje exista un lugar así no ya por la belleza de sus rincones sino por las dimensiones. Perderse en él y sentir como conforme nos adentramos se pierde el ruido de la ciudad hasta desaparecer por completo es una sensación fantástica.

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009
Por 25 pesetas, digannos: títulos de películas que contengan una escena en la que el protagonista hace jogging pasando por este túnel u otro similar. Un, Dos, Tres... Responda Otra Vez.

New York, August 2009

New York, August 2009

A pesar del día semilluvioso la gente no abandona sus actividades. Todo es cuestión de un buen impermeable, y a veces ni eso.

New York, August 2009

¿Cuantas veces hemos visto hacer jogging al lado de esta valla?. Me parecía ver a Dustin Hoffman correr tal como lo hacía en Marathon Man. Sólo que en vez de forja lo que existía entonces era una malla metálica.

Hay lugar para todo. Remansos de paz para sentarse a leer un libro, para ponerse acaramelado con la novia, para jugar al beisbol, para ver músicos y actores de calle, teatro Shakespiriano y por supuesto deportes como jogging, ciclismo, patinaje, baloncesto... sí, también jugar al frisby... aunque claro, como todo el mundo sabe gracias al cine, para jugar a esto es imprescindible tener perro.

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009
Es relativamente fácil encontrarse un rodaje o una sesión de fotos
con modelos como me ocurrió a mí.

New York, August 2009

Buscando refugio de un chaparrón repentino me metí en los bajos que están al lado de la fuente de Bethesda probablemente el rincón cinematográfico más famoso de todo el parque. Allí me encontré a este músico de calle. Que aparte de darme varias fotos me regaló el oído con un tema de Porgy and Bess y la fantástica My Funny Valentine. Por cierto que era realmente bueno.

New York, August 2009
Central Park es asombrosamente grande (4000X800 metros).
Si no estuviera atravesado en varios puntos por carreteras
que los peatones superan por puentes o túneles la ciudad estaría divida en dos.
Central Park en Wikipedia.

También hubo su tiempo para la Estatua de la Libertad. Pero decidí no perder un tiempo maravilloso con las largas colas para la visita, sobre todo ahora que hace poco que ha sido reabierta al público. Opté por coger el Ferry hasta Staten Island. Sale cada media hora, es gratis y pasa al lado de Liberty Island dando una vista excelente tanto del sur de la isla de Manhattan como de la Estatua de la libertad. En cualquier caso no debería perderme en una futura visita Ellis Island.

New York, August 2009

New York, August 2009

Esta visita tuvo lugar la segunda tarde de mi estancia. La última tarde con cielos azules. Así que aunque decidí que tenía que volver a la hora mágica finalmente no lo hice porque el tiempo a partir de ese día no fue el idóneo para ese tipo de foto por culp de los nublados blancos y uniformes sin apenas una nube para dar textura tal y como podéis ver en la foto de arriba tomada con un 200 mm desde el puente de Brooklyn.

New York, August 2009

New York, August 2009
New York, August 2009

New York, August 2009
No me podía aguantar. Ésta tenía que ser en blanco y negro.

New York, August 2009

New York, August 2009


El Antes y el Después de una Ciudad

Entre estas dos fotos que siguen a continuación y la tercera hay nueve años de diferencia. Cuando hice la primera no podía imaginar ni por un momento lo que al año siguiente sucedería. La niebla que medio oculta las torres era sin saberlo casi una premonición. Actualmente es el peor momento para visitar el lugar a menos que quieras sacar una foto de las obras.

The Two Towers

Manhattan Skyline

New York, August 2009

Pero existe otra razón para visitar la zona y es conocer el Tribute World Trade Center. Hace falta ser muy duro para no sentirse sobrecogido por este lugar.

New York, August 2009

New York, August 2009

New York, August 2009

En la planta baja existe un lugar donde el que lo desee puede dejar tarjetas con sus reflexiones y pensamientos, que por respeto a quienes estaban allí expresando sus sentimientos no fotografié.


Comer Hasta No Poder

Pero no quiero terminar esta serie de entradas sobre Nueva York con tono triste. Así que he dejado para el final un asunto importante: la comida.

Si no he vuelto con algún kilo de más de Nueva York es porque lo he quemado todo pateando la ciudad y arrastrando la cámara de un lado a otro. Entiendo el problema de la obesidad que existe en este país. Los platos XXL son auténticas fuentes. El café más pequeño (aunque sea agua) es más grande que cualquiera de los que se sirven en España. Todo es GRANDE.

New York, August 2009

No he puesto el pie en un solo fastfood. Es superior a mí. He procurado comer en sitios donde al menos simulan que se han puesto a preparar la comida después de pedirla al camarero.

Sí, se puede comer bien en Nueva York. Tienes todo tipo de cocina y restaurantes que van desde lo más económico a precios absolutamente prohibitivos. No dejaré que alguien se queje de comer mal en esta ciudad. Se puede comer bien si uno se pone a ello. Otra cosa bien distinta es comer la cantidad adecuada.

New York, August 2009

¿Quién no recuerda la primera aparición de Dustin Hoffman cuando aparece caracterizado como Tootsie?. El Salón de Té Ruso es el restaurante donde se cita con su agente para comer, interpretado por Sidney Pollack.

Pero si queréis ir de bocadillos id a un sitio digno de mención como Carnegie. Un lugar no especialmente glamuroso pero si muy conocido por su bocadillo de pastrami. Con algunos camarero/as ya pasaditos de edad pero que le dan el toque Allen al sitio. Una recomendación: id con hambre. Muuuuucha hambre. Los bocadillos son monstruosos. Imposibles de comer con dignidad si no tienes la boca de Mig Jagger. Eso sí, no saben lo que es un café con leche aunque ellos crean que si. Pero con esto ya contaba porque es normal en los Estados Unidos (algunos ilusos piensan que es algo parecido a lo que sirve Starbucks). En cualquier caso es un experiencia recomendable al margen del café y los bocadillos son realmente buenos. Y de paso te entretienes mirando las fotos de todos los famosos que por allí han pasado.

New York, August 2009

New York, August 2009

También podría haber ido a Katz's, conocido por ser el lugar donde Meg Ryan fingió su orgasmo en público, pero fui incapaz de estirar más los cinco días.

Cambiando de tema sin cambiar de calle, a pocos metros del Salón de Té está el Carneguie Hall. Un lugar por donde han pasado los mejores cantantes, músicos y orquestas de casi cualquier género. Aparte de haberme dejado ya unos dólares en Broadway no me habría importado pagar por una entrada para ver algún concierto aquí si mi estancia hubiese coincidido con algún músico acorde a mis preferencias. Otra vez será.

New York, August 2009

Porque está claro que volveré. No sé cuando ni en qué circunstancias, pero volveré. Y esta vez procuraré que la pausa no sea de nueve años.

Próximamente trataré de seleccionar algunas de las fotos que hice en los cinco días siguientes en la ciudad de Ithaca, al norte de Nueva York.

Reflexiones

En este último apartado he querido reunir las reflexiones surgidas de la realización de estas fotos, en parte para poder hilarlas mejor y en parte para no alargar más el relato del viaje.

He dedicado bastante tiempo a seleccionar fotos del buen número que tomé y decidir lo que se puede enseñar y lo que no. La edición fotográfica, como ya he comentado alguna vez, es quizás la parte más difícil del proceso fotográfico. Hace falta un pequeño esfuerzo para deshacerse de fotos que no tienen suficiente interés para el público en general pero que si lo tienen para uno mismo por la implicación personal en la toma.

Algo importante que he confirmado en este viaje y que venía comprobando hace ya tiempo pero que no acababa de ver claro debido a que últimamente el mayor volumen de mis fotos son hechas bajo el techo de teatros y no en la calle: mientras menos equipo llevo encima mejores fotos hago. Excesivo equipo me lastra en mi capacidad de reacción en ciertos temas cuando uno está en la calle. Afortunadamente me convencí de esto (ya debería haberlo hecho hace tiempo) en mi primer día y por ello actué en consecuencia a partir del segundo dejando en el hotel lo que decidía que aquel día no me iba a hacer falta.

A pesar de mi afición a los objetivos fijos y a no llevar más de dos encima he pecado en este viaje de llevar encima demasiado trasto para la foto callejera. Quizás no lo es para estar 3 o 4 horas en la calle pero si cuando estás más de 12. En concreto:

  • EF 20mm f2,8
  • EF 24-70 f2,8L
  • EF 70-200 f2,8L IS
  • EOS 5D Mark II
Todo ello debido a lo que creo nos pasa a todos. En cuanto hacemos fotos a una distancia suficientemente importante como para no poder volver a casa por algo que se nos ha olvidado, nos llevamos todo el arsenal.

Ha sido la primera vez de seis viajes a USA que he prescindido de llevar 6 ópticas fijas entre 18 y 200mm. En los viajes anteriores mis estancias eran superiores a tres semanas y me podía permitir llevar todo eso encima porque hacía fotos más relajadamente debido a la cantidad de tiempo que pasaba allí y a que muchas veces disponía de coche.

Pero ahora eran 5 días en Nueva York y 5 en Ithaca. Y uno quería aprovechar la estancia a tope. Todos los días estaba en la calle a las nueve ya desayunado y la hora más temprana de regreso por el hotel fue entre 10 y 11 de la noche sin contar dos escapadas puntuales para fotografiar el bullicio de Times Square a las 12 de la noche.

Iluso pensé que llevar de 24 a 200mm repartido en dos zooms aliviaría el peso. El conjunto en una bolsa Think Tank al que añadí un fijo 20mm sobrepasaba los tres kilos (¡se trata de Nueva York y cuando quieres fotografiar un edificio dificilmente entra en el fotograma!). Demasiado peso para llevar durante tantas horas caminando ya que excepto el metro todos mis trayectos los he hecho a pié. Así que el 70-200 se quedó a partir del segundo día en el hotel y sólo volvió a salir para tres temas puntuales.

El otro punto importante de este viaje es que como siempre que abordo algún tema nuevo en fotografía sufro cierta tensión (nada grave por supuesto) hasta que empiezo a sospechar que ya llevo en el bolsillo algunas fotos que me llenan. Y la regla se volvió a cumplir. En el tercer día me relajé y creo que empezaron a salir mejores fotos. De hecho una de las que más me gustan está hecha sólo 7 horas antes de regresar a España cuando de vuelta a Nueva York desde Ithaca me fui a Grand Central a matar las pocas horas que me quedaban para irme al aeropuerto.

Con esto quiero decir que si viajais por primera vez a esta ciudad no escatiméis tiempo de estancia. Tanto si el motivo es fotográfico como puramente turístico. Pero especialmente en el primer caso. Aún contando con la climatología adecuada, y con ello no siempre me refiero a días de sol y cielo azul, mirar bien requiere de paciencia y no mirar el reloj.

Impaciencia pura son las palabras que definen este viaje. Sí, sí, lo sé. Se contradice con lo que acabo de decir justo en el párrafo anterior. Habían pasado 9 años desde mi primera estancia en Nueva York y ésta es una ciudad donde prácticamente en cualquier calle tienes excusa para darle al disparador.Todo eso con el añadido de estrenar una cámara nueva sólo una semana antes de iniciar el viaje.

A partir del tercer día dejé de disparar compulsivamente. Dejé que la vida fluyera delante de los ojos y sólo me llevaba la cámara al ojo cuando intuía que algo podía ser interesante. De ese día son las fotos del taxi contra el graffiti o del saxofonista en Bethesda.

Central Park también fue un lugar en el que disfruté muchísimo y que justificó llevar encima el 70-200. La novedad del Beisbol supuso un buen número de Gigas gastados en tarjetas. Pero es que encuentro este deporte visualmente fascinante, al igual que otras costumbres de Norteamérica, sean deportes o no. Seguramente influenciado por libros como el de William Albert Allard.

Quizás echo de menos fotografiar parte de la América profunda que fotografié hace unos años cuando viajé por ciudades menos cosmopolitas. Pero ahora tocaba New York, con sus tópicos. Ya vendrán otros viajes.

Cars

Casino

Hey You!

Ciertamente podría haber encontrado parte de esto que digo en Ithaca, un lugar bastante particular que a pesar de vivir a la sombra de una gran universidad como Cornell tiene bastantes aspectos interesantes de la América rural como para buscar tema fotográfico. No los exploté. En parte porque eran días reservados para pasarlos en compañía de mis amigos pero también porque estaba literalmente agotado tras cinco días pasando más de 12 horas en la calle con el equipo fotográfico a cuestas.

En cualquier caso, el día que regresaba a España gastaba mis ultimas horas antes de irme al aeropuerto JFK, en la estación Grand Central, en la que ya había estado hace una semana. Estuve una media hora dándome una vuelta mientras observaba el movimiento frenético de personas que buscaban sus andenes con demasiadas prisas como para pararse a admirar semejante panorama. No hice demasiadas fotos. Pero éstas son de aquella media hora.

New York, August 2009

New York, August 2009

Horas más tarde mientras esperaba el embarque de mi vuelo revisaba las fotos en la pantalla de la cámara. Y mientras las miraba pensaba en que, justo ahora que me iba había encontrado el estado que necesitaba para hacer las fotos que realmente quería.

Es iluso pensar que una ciudad con tanto tema se puede fotografiar en cinco días. Realmente pienso que ni siquiera un mes es suficiente, si realmente quieres captar la esencia del lugar. Ahora entiendo que los fotógrafos de National Geographic empleen meses para elaborar un reportaje que probablemente no lleve más de 15 fotos una vez publicado en la revista. Naturalmente tienen muchísimas más fotos de una altísima calidad que en muchos casos son usadas para publicar un libro monográfico sobre el tema. Estamos hablando de grandes fotógrafos. No de turistas aficionados a la fotografía.

Algún día... algún día planearé un viaje única y exclusivamente en función de la fotografía. Me da igual si sólo sirve para colgar las fotos en este blog. Pero quiero vivir esa experiencia.


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