Londres en 35mm

Quién sabe. Quizás acabe convirtiendo esto en una serie. "Ciudades del Mundo en 35mm", teniendo en cuenta que últimamente el EF 35mm f1,4L se ha convertido en el objetivo de cabecera desde que lo compré en Diciembre pasado.

Después de una semana ajetreada en la que incluso dejé tres días sin atender mi proyecto de 365 días (pero sin dejar de hacer las fotos), llegó el viernes y con él la oportunidad de darme un homenaje preparado con bastante antelación: pasar un fin de semana en Londres con amigos con los que comparto la afición a la música de cine y a los musicales. Y si quieres tener un menú extenso y variado de lo segundo, hay dos lugares en el planeta para ello: Nueva York y Londres.

Con avión, hotel y entradas preparadas, el viernes pasado por la tarde ya estaba en Londres a las cuatro y media de la tarde hora local.

Lo de los fines de semana en esta ciudad se está convirtiendo en una mala costumbre. La ciudad está a dos horas y diez minutos de Sevilla. Si compras billetes y reservas con antelación los precios están dentro del sentido común. Y como la libra esterlina está medio pachucha el cambio de moneda no resulta traumático para los que manejan euros.

Para los que seguís el blog y hayáis leído la entrada sobre el fin de semana en Madrid del pasado mes de diciembre os diré que los gastos que generan ambos fines de semana son practicamente iguales. Lo que te ahorras en el hotel de Madrid (en Londres los hoteles son peores que los del mismo precio en España) te lo gastas de más en el tren AVE. Lo comido por lo servido.

Cuando voy a Londres llevo otro chip puesto. La prioridad es pasarmelo bien con los amigos, bien asistiendo a los teatros, paseando, o cenando mientras mantenemos una charla bastante friki sobre lo que hemos visto o estamos a punto de ver. La fotografía paso a un plano secundario pero de ninguna manera la olvido. Excepto una vez que me llevé una réflex las otras veces iba con una compacta. Pero esta vez, decidí en el último momento que me llevaba la 5D Mark II con el 35mm fijo y punto. Y tampoco hace falta más. Sólo lo necesario para que no tengas que estar pendiente en todo momento del equipo y que te permita hacer una foto aquí o allá sobre la marcha.

En realidad le tengo echado el ojo a una Canon Powershot S90. Una compacta bolsillera con el sensor de la G11, óptica f2.0 y que hace RAWs. Es que lleva mi nombre escrito. En cualquier caso este viaje lo hice con la réflex y no supuso hacer penitencia cargando equipo. ¿Que en algún momento eché de menos tener una óptica algo más tele? Por supuesto. Pero en mi caso, como ya he explicado alguna vez, creo que menos es más. Y de hecho la estadística dice que hago más fotos cuando menos cargado voy.

Aquí están algunas fotos de este fin de semana. Fotos ocasionales durante los paseos sin ninguna conexión entre ellas que no sea la de que están hechas en Londres.

Una vista del Teatro Nacional con el Támesis a sus piés

Un paseo camino del teatro Menier Chocolate Factory donde teníamos entradas

De regreso al hotel pasamos por Covent Garden. Uno de mis rincones favoritos. Pero a diferencia de otras fotos de viajes anteriores, estaba completamente sólo debido a lo tarde que era.

A la mañana siguiente nos fuimos al mercadillo de Portobello Road en Notting Hill. Era la primera vez que lo visitaba y tenía cierto miedo a que estuviera demasiado turistizado. Pero debo decir que merece la pena. Y que buena parte de las fotos que más me gustan son las que hice durante esa mañana en este lugar, lleno de tenderetes muy variados, especialmente de antigüedades.

No podían faltar los músicos callejeros

Una tienda muy particular decorada con máquinas de coser.

Un reclamo bastante efectivo para una pizzería. Tuve que tener algo de paciencia hasta que conseguí tener el escaparate sin gente haciéndose fotos delante.